Últimamente los "años nuevos" están siendo una castaña, así que no creo que extrañe lo que digo en el poema.
Imagen: Eduardo Alonso Álvarez
FELIZ AÑO VIEJO
Las campanadas sonaron
y las uvas se tragaron.
Escribir mis versos debo,
y como añoro lo añejo,
en este nuevo Año Nuevo
os deseo un año viejo.
A ver si ocurre que hogaño
se parezca un poco a antaño.
Hey, no me mandéis al cuerno,
yo no soy anti-moderno
como no soy anti-ciencia.
No estoy pidiendo inconsciencia
ni huir de la realidad,
sólo más tranquilidad
y volver a estrechar lazos
y dar muchos más abrazos,
para intentar ser felices
pese a nuestras cicatrices.
Tener un tiempo sin cocos
donde no nos vuelvan locos.
Dejar de estar estresados
y vivir más sosegados
sin tabúes ni etiquetas
y sin tantas pataletas.
Tanto estímulo sin cuento
acaba siendo un tormento.
Por eso este uno de Enero
tengo claro lo que quiero
mientras brindo y mientras bebo.
Amigos, mi sueño os dejo:
no deseo un año nuevo,
me basta con uno viejo.
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