lunes, 11 de septiembre de 2017

Oh, Cataluña...

¡Cuánto tiempo sin publicar por aquí! Y no se me ocurre otra cosa que volver el día de la Diada. Soy un inconsciente. Pues nada, habrá que decir algo sobre Cataluña. Eso sí, les advierto que esto lo empecé a escribir hace bastante tiempo, así que no esperen que mencione la palabra "referéndum". De todas formas, con lo que digo creo que ya es bastante. En esta ocasión presento un relato en prosa, bajo el formato de escritura teatral, representando un bonito e hipotético debate en televisión. Espero y deseo que se rían leyéndolo tanto como yo lo hice escribiéndolo.

Imagen: Andrés Faro / César Da Col





POBRES PAYASOS

PRESENTADORA: Buenas noches, señoras y señoras, queridas televidentes inteligentes que me seguís extasiadas. Soy Aureola Oxigenada y, una semana más, os doy la bienvenida a “Machos con lengua”, nuestro sesudo y circense programa de debate. ¡Ah!... y si hay algún tío viéndome, le digo hola también. ¡Que no se diga!
(Aplausos enlatados)
Como siempre, amigas mías, hemos traído a cuatro hombretones para que os riáis de ellos viendo cómo discuten estúpidamente. Tenemos ya las líneas abiertas para que votéis por el que os parezca que está más buenorro. Para empezar, a mi izquierda tenemos al conocido político nacionalista catalán, señor Jordi Guli-Guli.
NACIONALISTA CATALÁN: Catalunya independent! Bona nit, Aureola, estàs tan maca com sempre.
PRESENTADORA: Ay, gracias. Siguiendo con las presentaciones, a mi derecha tenemos al también conocido político Fernando Chunda-Chunda, de quien dicen que es un nacionalista español…
NACIONALISTA ESPAÑOL: Pues no sé quién dice esa tontería. Yo sólo soy un español normal y corriente. ¿Nacionalista? No, ni por asomo. Lo que soy es un patriota. Y me falta por decir… buenas noches, preciosa.
PRESENTADORA: Huy, qué galante. También a mi derecha, tenemos a otro ilustre catalán, el señor Josep Lluis Nenín Monín, filósofo sin teoría.
FILÓSOFO: Sí, es que todavía me la estoy pensando… Buenas noches.
PRESENTADORA: ¿Y el piropo?
FILÓSOFO: Yo no tiro piropos, es una vulgaridad muy poco filosófica.
PRESENTADORA: ¡Bah! Será roña el tío… Y finalmente a la izquierda tenemos con nosotras a un representante del mundo del arte, el Payasete Guapete, nombre artístico de Javier Bello Ideal.
PAYASETE: Buenas noches, mocina. ¿Cómo están ustedeeeeeees?
NACIONALISTA CATALÁN y NACIONALISTA ESPAÑOL: ¡¡Bieeeeeen!!
PRESENTADORA: ¡Se respira la alegría en el ambiente! Y también mi perfume, que por cierto es “EAU DE RONCHAS”. ¡Hummm! Delicioso. Es un olor dulce y suave, con un puntito como de enfermedad, que hará que los tontos de vuestros chicos se sientan compasivos hacia vosotras.Y ahora además, queridas amigas, está de oferta, a 92 € el vaporizador de 50 mililitros. “EAU DE RONCHAS”, “EAU DE RONCHAS”, no os olvidéis. ¡Con extracto de pústulas!
(Aplausos enlatados)
Bueno, vamos a empezar la charla. Como muchas de vosotras ya sabréis, el tema del debate de esta noche es la posible independencia de Cataluña.
NACIONALISTA CATALÁN: ¡Gloria!
NACIONALISTA ESPAÑOL: ¡Horror!
FILÓSOFO: Psé…
PAYASETE: Ji, ji, ji…
NACIONALISTA CATALÁN: Cataluña tiene que volver a ser lo que siempre fue y siempre debió seguir siendo: una gran nación independiente. Hay razones de toda índole para la independencia de Cataluña: históricas, culturales, económicas, políticas… Porque es un hecho innegable que los catalanes somos el pueblo más valiente, culto y generoso del mundo. Y que como demuestra palpablemente la Historia, Cataluña es… ¡la Nación más importante de la historia de la humanidad! Y como tal, es una vergüenza que estemos sometidos, oprimidos y estrangulados por España, que es la nación más ruin y asquerosa sobre la faz de la Tierra. Dicho esto, quede claro que queremos llevarnos bien con los españoles, a los que apreciamos y queremos mucho, aunque sean unos mierdas pobres de espírítu muy por debajo de nuestro excelso nivel.
NACIONALISTA ESPAÑOL: Lo que dice el señor Guli-Guli no tiene el menor sentido. ¡A ver si se entera! Cataluña no es independiente ni lo ha sido nunca. Ustedes son españoles y forman parte de la gran Nación española. No negaré que los catalanes han contribuido notablemente a la grandeza de España. Claro que sí. Como lo han hecho el resto de pueblos que la integran. Porque así, todos juntos, es como somos más fuertes. ¿Qué hace falta para que entiendan ustedes que cuanto más grande es España, más grande es Cataluña también? ¿Por qué quieren romper eso? ¿No comprenden que si rompen España se romperán a sí mismos? ¡Somos una gran Nación, unida en pos de nuestro glorioso destino común! ¡Y así debemos seguir! ¡Viva España!
NACIONALISTA CATALÁN: ¿Viva España? Oh, es usted un fascista.
NACIONALISTA ESPAÑOL: ¿Fascista, por qué? ¿Por decir “Viva España”?
NACIONALISTA CATALÁN: Obviamente. Sólo un fascista diría eso. Pero yo contrarrestaré su fascismo con la expresión más noble y democrática que existe: Visca Catalunya!
NACIONALISTA ESPAÑOL: Los nacionalistas no tenéis remedio.
PRESENTADORA: ¡Huy, qué dura está la cosa! Señor Nenín, ¿alguna manifestación para empezar?
FILÓSOFO: Psé...
PRESENTADORA: Vaya. ¿Algo que aportar, señor Payasete?
PAYASETE: Yo digo que… ¡Vivan los payasos!
NACIONALISTA CATALÁN: ¿Los payasos españoles o los catalanes? Defina su postura.
NACIONALISTA ESPAÑOL: Eso. ¿Cuál es la bandera con la que se identifica?
PAYASETE: No conozco a ninguna lavandera. Todo lo más alguna lavadora.
NACIONALISTA CATALÁN: Pero, ¿cuál es su patria?
PAYASETE: Yo el único paria que tengo es mi abuelo, pero tampoco es tan paria. Cuando le dijimos que le íbamos a meter en una residencia, él nos contestó enfadado que no quería vivir rodeado de viejos. Así que lo que hicimos fue matricularle en la Universidad, y luego meterle en una Residencia de Estudiantes. Está más contento, estudiando Ginecología…
NACIONALISTA ESPAÑOL: ¿Qué historia es esa? ¿Nos va a contestar? ¿O es usted apátrida?
PAYASETE: ¡No, la apatía nunca! Yo soy un payaso. Lo nuestro es la alegría.
NACIONALISTA CATALÁN: Pero, ¡por favor! ¿De dónde viene usted?
PAYASETE: De fuera del edificio.
NACIONALISTA ESPAÑOL: Pero, ¿de dónde es?
PAYASETE: De la mi casina, ho. Mira que sois repunantes.
NACIONALISTA ESPAÑOL: ¡Vaya! Eso me suena a asturiano… Así que es español. ¡Hurra!
NACIONALISTA CATALÁN: ¿Asturiano? ¡Anda, como mi madre!
NACIONALISTA ESPAÑOL: Conque sí, ¿eh? Je, je, je, je…
FILÓSOFO: Mira por dónde… Si siempre anda presumiendo de ancestros catalanes.
NACIONALISTA CATALÁN: ¡No! ¡No! ¡Mierda, eso era un secreto! Aureola, corta esta parte. Y ustedes olvídenlo.
PRESENTADORA: Lo siento, pero estamos en directo.
NACIONALISTA CATALÁN: Pues lo cortas en directo. ¿Qué problema hay?
FILÓSOFO: ¿Vamos a debatir o no?
PRESENTADORA: De acuerdo. Empiece usted mismo, señor Nenín. ¿Qué le parecería una Cataluña independiente?
FILÓSOFO: Psé…
NACIONALISTA ESPAÑOL: La independencia de Cataluña, para empezar, es imposible porque no la contempla el ordenamiento jurídico. Y lo que no está permitido por la ley sencillamente no ocurre. ¿Ustedes han visto alguna vez a alguien saltarse la ley? ¡Es imposible! Fíjense por ejemplo en las carreteras. En todas las carreteras existe un límite de velocidad. Está prohibido transitar a mayor velocidad que ese límite. Y como está prohibido, nadie lo hace. Porque las cosas que no están permitidas no se hacen, así de simple. Por eso mismo, la independencia de Cataluña es algo que sencillamente no se puede producir. Pero es que, además de que no se puede producir, si se produce tendrá unas consecuencias terribles. Si Cataluña se independendiza se irá a la ruina y será un desastre.
FILÓSOFO: ¿No le parece a usted que se está liando un poco?
NACIONALISTA ESPAÑOL: ¿Yo? ¿En qué?
FILÓSOFO: A ver, si la independencia es realmente imposible, resulta espúreo hablar de las consecuencias. Y si puede haber consecuencias, entonces es que no es imposible. ¿En qué quedamos?
NACIONALISTA ESPAÑOL: Pueeeees… espere un momento, que consulto en “WhatsApp” cuál es el argumentario del Partido para este tema. No se vayan, ¿eh? (se saca un “smartphone” del bolsillo y empieza a teclear).
FILÓSOFO: Estamos apañados.
NACIONALISTA CATALÁN: ¡Esta es la eficiencia española! ¿Y quieren que formemos parte de esto?
NACIONALISTA ESPAÑOL (leyendo en su smartphone): ¡Lo encontré! Aquí pone que lo tengo que decir es que si Cataluña consigue la independencia se quedará fuera de Europa, de la ONU, del planeta Tierra, del Sistema Solar y hasta de la Vía Láctea.
FILÓSOFO: Ergo, la independencia es posible.
NACIONALISTA ESPAÑOL: ¡Yo no he dicho eso!
NACIONALISTA CATALÁN: Claro que es posible. Y eso que dice es mentira. ¿Quién va a echarnos a nosotros, con lo importantes que somos? Cuando Cataluña se independice el mundo nos recibirá con los brazos abiertos, se celebrarán multitudinarias fiestas en nuestro honor en todas las grandes capitales, por todo el orbe la gente se echará a las calles con lágrimas en los ojos debido a la emoción que les producirá nuestra recién ganada libertad, todos los presidentes de todos los países nos felicitarán, y Cataluña será propuesta para liderar el mundo, conduciendo al planeta y a sus habitantes hacia un futuro mejor.
FILÓSOFO: Estoooo… yo no estaría tan seguro, ¿eh?
PRESENTADORA: Yo tengo entendido que lo de irse de Europa es cierto. Lo dicen mucho en la tele.
NACIONALISTA ESPAÑOL: Lo vuelvo a repetir: ¡es imposible que los catalanes consigan la independencia! ¡Y además de que es imposible que la consigan, si la consiguen perderán la nacionalidad española! ¿No les parece un panorama aterrador?
NACIONALISTA CATALÁN: ¿Cómo? ¡Qué oprobio! Que quede claro que nosotros no nos sentimos españoles. No nos consideramos españoles. No queremos ser españoles. Pero, ¿qué tiene que ver eso con la nacionalidad española? La nacionalidad española sí la queremos tener.
NACIONALISTA ESPAÑOL: Coherencia pura, ya veo.
FILÓSOFO: Esquizofrenia pura, diría yo.
PAYASETE: ¡Esto es el “más difícil todavía”!
NACIONALISTA CATALÁN: ¡No se burlen! Es muy sencillo. Como seremos catalanes independientes, no tendremos que aportar nada a la financiación del Estado español. Pero como además seremos españoles de España, cuando toque el reparto de la financiación autonómica estaremos los primeros para cobrar. ¿Ven qué fácil?
NACIONALISTA ESPAÑOL: Pero, ¿cómo se puede tener tanto morro?
NACIONALISTA CATALÁN: De morro, nada. ¡Es nuestro justo derecho!
PAYASETE: Esto me recuerda a cuando le regalé la luna a mi novia y ella se enfadó porque no nos cabía en casa. ¿Ustedes saben lo grande que es la luna?
NACIONALISTA ESPAÑOL: Vamos a ver. Como dijo hace poco el gran líder mundial de nuestra época: un vaso es un vaso, y un plato es un pla… ¿Qué les pasa?
(El FILÓSOFO, el NACIONALISTA CATALÁN, el PAYASETE y la PRESENTADORA se parten de risa)
FILÓSOFO: ¡Ja, ja, ja...! ¿El “gran líder mundial”? Ha dit “el gran líder mundial de la nostra època”?
NACIONALISTA CATALÁN: Eso ha dit! ¡Ja, ja, ja, ja, ja….!
PRESENTADORA: ¡Orden! ¡Orden! ¡Les ordeno que se ordenen!
PAYASETE: ¿Por edad o por altura?
NACIONALISTA ESPAÑOL: ¡Un vaso es un vaso, y un plato es un plato! ¡Un vaso es un vaso, y un plato es un plato!
PAYASETE: Qué perra ha cogido.
FILÓSOFO: Esto me parece muy poco filosófico.
NACIONALISTA ESPAÑOL: ¡Brrrr! ¡Un vaso es un vaso, y un plato es un plato! O se es independiente, o no se es independiente. ¡Lo que no se puede ser es las dos cosas a la vez!
NACIONALISTA CATALÁN: ¡Habráse visto! ¿Y por qué no? Si los catalanes queremos ser independientes, y al mismo tiempo no serlo, ¿quién nos lo va a impedir? ¿Se atreve usted a negarles derechos a los catalanes? Nosotros queremos ser a la vez catalanes y españoles, ¡y nadie nos puede negar ese derecho!
PAYASETE: Pues si lo que quieren es ser a la vez catalanes y españoles, ¿para qué tanto rollo? Eso ya lo son ahora, ja, ja, ja, ja, ja.... ¡Din-don! ¡Din-don!
NACIONALISTA CATALÁN: ¡Yo no soy español! ¡Yo soy catalán! Y lo que quiero conseguir es ser español también. ¿Tan difícil es eso de entend…? ….eeeeeh….. Esperen, ¿qué es lo que he dicho? Aureola, corta esto también, que me he liado.
PRESENTADORA: ¡Que estamos en directo!
NACIONALISTA CATALÁN: Pues aun así, lo cortas.
PAYASETE: Oigan, son ustedes buenos. Les voy a contratar como guionistas para mi espectáculo.

PRESENTADORA: Ayayay… señoras, vamos a tranquilizarnos todas un poco. Tengo algo importante que decir. Amigas, dejemos las cosas claras: ¡todos los hombres son unos guarros! En cambio las mujeres somos limpias y saneadas. Y ahí está el problema: después que nosotras limpiemos la casa como buenas feministas hacendosas, llegan ellos y como son unos cerdos, tanta limpieza les hace sentirse incómodos, y se ponen a ensuciar. ¡Pero eso se acabó! Mis queridas seguidoras, “DON SUCIO” acaba de sacar su nueva gama de porquerías higiénicas. ¡Tienen de todo! Pelusilla biodegradable, polvo simulado hipoalergénico, grasa aséptica de quita y pon para los cacharros de la cocina, basura decorativa de luxe, spray ponemanchas bactericida … ¡es maravilloso! Así que después de limpiar, podéis echar todo eso por la casa, y cuando llegue el idiota de vuestro hombre, al verlo todo hecho un asco, se sentirá a gusto y os dará besos hasta en el ombligo. Y vosotras podréis quedaros tranquilas, sabiendo que en realidad el piso está limpio. No lo olvidéis: “DON SUCIO”. ¡Para ser felices siendo suciamente limpias! O limpiamente sucias, como os parezca mejor.
(Aplausos enlatados)
¡Vamos otra vez! El señor Guli-Guli dijo antes que existen razones históricas, culturales, económicas y políticas para la independencia de Cataluña. Creo que podemos utilizar esa afirmación para ordenar el debate.
NACIONALISTA ESPAÑOL: Ya estamos haciendo concesiones a los catalanes...
PRESENTADORA: ¡Venga! Empecemos por las “razones históricas”.
PAYASETE: ¿Una discusión de Historia entre nacionalistas? Buf, me voy a tener que entretener con algo (empieza a hacer malabares con vasos y platos).
NACIONALISTA CATALÁN: Encantado. Los catalanes hemos sido independientes desde tiempo inmemorial. Y como ya fuimos independientes en el pasado, eso significa que tenemos derecho a volver a serlo.
NACIONALISTA ESPAÑOL: No. Falso. Cataluña nunca ha sido independiente, y por tanto no tiene ningún derecho a la independencia.
NACIONALISTA CATALÁN: Ya en el siglo IX los Condados Catalanes...
NACIONALISTA ESPAÑOL: ¿Y por qué eran Condados y no Reinos? ¡Porque prestaban vasallaje al Rey de Francia!
NACIONALISTA CATALÁN: ¡Eso era simbólico! Éramos independientes de facto. Después, vista nuestra grandeza y nuestra prosperidad, Aragón se unió servilmente a nosotros en el siglo XII.
NACIONALISTA ESPAÑOL: Al revés. Fuisteis vosotros los que unisteis a Aragón.
NACIONALISTA CATALÁN: ¿Y por qué se instaló la capital en Barcelona?
NACIONALISTA ESPAÑOL: ¿Y por qué se siguió llamando Reino de Aragón?
NACIONALISTA CATALÁN: No. Era el Reino catalán. Como mucho se puede hablar de Corona Catalano-Aragonesa. Ese nombre, “Reino de Aragón”, en realidad no existía. Es un invento vuestro.
NACIONALISTA ESPAÑOL: Ya. ¿Y por qué sale en los documentos históricos?
NACIONALISTA CATALÁN: Porque ya entonces estaríais los españoles intentando jodernos, como siempre. Pero ahora tenemos nuestros propios historiadores que escriben la Historia tal y como la queremos y la sentimos nosotros.
NACIONALISTA ESPAÑOL: ¡Conque admite que se inventan ustedes la Historia!
NACIONALISTA CATALÁN: ¿Qué pasa? ¿Ustedes no?
NACIONALISTA ESPAÑOL: ¡Pero no tan a las claras! Hay que ser más sutil, corcho.
NACIONALISTA CATALÁN: Después, con Jaume I, los catalanes nos convertimos en la primera potencia mundial.
NACIONALISTA ESPAÑOL: Pfff… La primera potencia mundial... ¡No me haga reír, hombre!
NACIONALISTA CATALÁN: ¡Éramos el terror de Europa! Acuérdese de las victoriosas andanzas de la Gran Compañía Catalana de los almogávares por Turquía, Tracia y Grecia. ¡Cuántas batallas ganadas! ¡Cuántos saqueos! ¡Cuántas masacres! Oh, cuántos hombres, mujeres y niños perecieron a nuestras manos.... ¡Gloria! ¡Gloria!
NACIONALISTA ESPAÑOL: ¡Bah! Eso no es nada comparado con lo que hicimos los españoles en América. ¡Conquistamos imperios! ¡Destruimos culturas! ¡Cometimos genocidios! ¡Eso sí que es Grandeza!
NACIONALISTA CATALÁN: ¡Cerdo imperialista! Mira que alegrarse de cometer matanzas…
NACIONALISTA ESPAÑOL: Pues usted también lo ha hecho.
NACIONALISTA CATALÁN: Eso es distinto. Cuando lo hacemos nosotros, es correcto. Si queríais que nos pareciera bien la conquista de América, habernos dejado participar… ¡Con lo que nos gustaba a los catalanes matar gente en aquella época!
NACIONALISTA ESPAÑOL: ¡Pero si participasteis! Bien es cierto que pocos, ya que los catalanes se dedicaban más bien al Mediterráneo, pero catalanes también hubo en la conquista de América.
NACIONALISTA CATALÁN: ¡Ajá! ¡Le pillé! Así que esa gloria también es nuestra… Ya me parecía a mí. ¿Cómo íbais a conquistar América vosotros solos, con lo inútiles que sois? ¡Fuimos nosotros, claro que sí! Seguro que Colón era catalán. ¡Si es que somos los más grandes! ¿Y acaso negará que en 1640 nos separamos de España?
NACIONALISTA ESPAÑOL: No lo niego, pero fueron solamente doce años. Y durante ese tiempo tampoco fuisteis independientes, ya que volvisteis a estar bajo la soberanía de Francia. Y acabasteis tan hartos de los franceses, que al final volvisteis con el rabo entre las piernas, suplicándonos miserablemente volver a ser españoles.
NACIONALISTA CATALÁN: El rabo entre las… ¡Facha asqueroso, respete a Cataluña! ¡Éramos únicos! ¡Éramos dioses! Pero el sueño terminó con la Guerra de Independencia Catalana, cuando en 1714 nos sometisteis por la fuerza. ¡Ya es hora de recuperar nuestro lugar de preeminencia en el mundo!
NACIONALISTA ESPAÑOL: ¿Qué Guerra de Independencia? La Guerra de Sucesión fue una Guerra Civil y Europea. El propio Rafael Casanova en sus soflamas afirmaba pelear “por toda España”, no por la independencia de Cataluña.
PRESENTADORA: ¡Basta! ¡Basta! Por favor, qué rolloooo. Parece que no se ponen de acuerdo. ¿Usted qué piensa, señor Payasete?
PAYASETE: Yo no pienso comer pienso.
PRESENTADORA: Y usted, señor Nenín, ¿no dice nada?
FILÓSOFO: En realidad… me resulta muy divertido ver cómo el señor Chunda-Chunda le da la razón al señor Guli-Guli.
NACIONALISTA ESPAÑOL: Pero… ¿cómo que le doy la razón? ¿De qué habla?
FILÓSOFO: Al empeñarse en rebatir los hechos que cita, les está dando validez. Es decir, está admitiendo que de eso es de lo que hay que discutir. Y al hacerlo está reconociendo implícitamente que si esos hechos fueran ciertos, tendría razón en sus pretensiones. Y como por estos lares, tristemente, la Historia no es una cuestión de hechos sino una cuestión de opinión, eso no lleva a ninguna parte. Pero en realidad, el que los hechos históricos citados sean verídicos o no, es absolutamente indiferente para el tema que nos ocupa. ¡Por favor, piensen con la cabeza! Decir que se tiene derecho a hacer algo sencillamente porque “ya se hizo antes” es una gilipollez. Si eso fuera así, entonces los árabes tendrían todo el derecho del mundo a volver a ocupar la Península Ibérica, Cataluña incluida. O también, como en su día España fue parte del Imperio Romano, el Gobierno de Italia tendría derecho a ejercitar nuestro dominio. Igualmente, afirmar que algo no debe ocurrir porque “no ocurrió nunca” es una chorrada. El argumento histórico es absurdo tanto en un sentido como en el otro, y carece por completo de validez. ¿Es que no se dan cuenta? Señores, esto no es filosófico.
NACIONALISTA ESPAÑOL: Pero... ¿se atreve a negar la Historia el merluzo este?
FILÓSOFO: Yo no niego la Historia. Les niego a ustedes.
NACIONALISTA CATALÁN: ¡La Historia nos dice que tenemos que ser independientes!
FILÓSOFO: La Historia nos dice cómo hemos llegado hasta aquí, y está bien conocerla sin inventos ni dogmatismos para no repetir errores del pasado. Pero la Historia no nos dice por dónde tenemos que seguir. Si los nacionalistas catalanes pretenden que Cataluña sea independiente ahora, tendrán que aportar razones de ahora, no cuentos de hace siglos. No hay nada más idiota que escucharles hablar de hechos históricos en primera persona, como si los hubieran vivido. ¿Estaban allí, acaso? Claro que no, por suerte para ustedes. No creo que hubieran durado ni cinco minutos en aquellas épocas. En fin, esta funesta costumbre de personalizar la Historia lleva a considerar los supuestos hechos gloriosos del pasado como victorias propias, lo cual es naturalmente mentira. Y lo que es incluso peor, a considerar ofensas y derrotas ocurridas hace siglos, como si le hubieran ocurrido a uno mismo, y por tanto tuviera que vengarlas, lo cual es una soberana estupidez.
NACIONALISTA CATALÁN: ¡Estúpido lo será usted! ¡La Historia es sagrada!
FILÓSOFO: ¿La Historia es sagrada? Sí, eso es lo que lo que hacen ustedes, convertir la Historia en Mitología.
NACIONALISTA CATALÁN: Jo sóc Guifré el Pilós. Jo sóc Jaume I. Jo sóc dels almogávers. Jo sóc Pau Claris. Jo sóc Rafael Casanova. Jo sóc Lluís Companys. Jo sóc Lionel Messiiiiii!
NACIONALISTA ESPAÑOL: Yo soy Viriato. Yo soy Pelayo. Yo soy el Cid. Yo soy Isabel y Fernando. Yo soy Carlos V. Yo soy Hernán Cortés. Yo soy Blas de Lezo. Yo soy los tercios de Flandes. Yo soy el Imperio. ¡Soy Andrés Iniestaaaa!
NACIONALISTA CATALÁN: No! Iniesta és meu! Iniesta és del Barça i per tant és català!
NACIONALISTA ESPAÑOL: ¿Cómo catalán? ¡Si es de Albacete! ¡No te pases, Guli-Guli!
PAYASETE: Oigan, me apunto al juego. Yo soy Grock. Yo soy Charlie Rivel. Yo soy Oleg Popov. Yo soy Monti. Soy Pompoff, Thedy y Emig. Soy Gaby, Fofó y Miliki. Soy Tortell Poltrona. ¡Soy Mariano y Carleeees!
FILÓSOFO: Jo, jo, jo. Muy bueno. El tristón de Rajoy da el pego como Pierrot. Y Puigdemont sería un buen Augusto, con esa capacidad que tiene para hacer el tonto.
NACIONALISTA ESPAÑOL: Pero, ¿cómo? ¿Se están burlando de las figuras intocables de la inmaculada Historia de España?
NACIONALISTA CATALÁN: ¿Comparan con payasos a los grandes nombres de la Cataluña eterna?
FILÓSOFO: Lo que yo decía. Mitología.
PAYASETE: Estoy haciendo lo mismo que ustedes dos. Citar a grandes payasos de la Historia payasa.
NACIONALISTA ESPAÑOL: ¡Aaaaargh! (se levanta de su asiento y le da un puñetazo al PAYASETE, que cae al suelo dolorido).
NACIONALISTA CATALÁN: ¡Muy bien, Fernando! Ahora me toca a mí.
PAYASETE (desde el suelo, intentando protegerse con los brazos): Oiga, que yo estoy a favor de la independencia de Cataluña.
NACIONALISTA CATALÁN: Ah, bueno. Menos mal.
NACIONALISTA ESPAÑOL: ¡Encima eso! ¿Por qué?
PAYASETE: ¡Porque sería una auténtica payasada! ¡Ja, ja, ja, ja, ja, ja! ¡Din-don! ¡Din-don!
NACIONALISTA CATALÁN: ¡Aaaaargh! (le da una patada en la cabeza al PAYASETE, que queda inconsciente en el suelo).
PRESENTADORA: ¡Por favor, calma!
FILÓSOFO: Salvatges! ¿Por qué no se pegan entre ustedes?
NACIONALISTA CATALÁN: Nosotros somos políticos y tenemos que respetarnos y ser civilizados entre nosotros, por mucho que estemos en desacuerdo.
NACIONALISTA ESPAÑOL: Naturalmente, compañero catalán. En cambio, a la gente del pueblo llano le podemos hacer todo lo que queramos. Su obligación es votarnos primero, y soportarnos después.
NACIONALISTA CATALÁN: Claro. Así es, amigo español.

PRESENTADORA: ¡Esto es inaudito! Se lo advierto: la próxima vez que intenten descalabrar a un invitado sin mi permiso, ¡se las verán conmigo! Con lo guapo que es el señor Bello Ideal y lo interesantes que eran sus intervenciones. Tan interesantes como estos pendientes de latón que llevo, y que son la última moda. A la venta exclusivamente a través de las “GALERAS DEL COLECCIONISTA”. Si los queréis gratis, remarco… ¡gratis!... pues sólo tenéis que llamar al teléfono que aparece en pantalla. Os pasarán a recoger, estaréis un mes remando en las galeras, y si sobrevivís al esfuerzo y a los latigazos, os los darán al final. Recordad, sólo en las “GALERAS DEL COLECCIONISTA”. ¡Los pendientes de latón! Aceptad el desafío. ¡Ánimo, amigas!
(Aplausos enlatados)
Bueno, yo creo que podemos dejar ya la Historia, y pasar a las “razones culturales”.
NACIONALISTA CATALÁN: Los catalanes tenemos nuestro propio idioma, nuestras propias tradiciones, nuestras propias instituciones, nuestra propia cultura. Somo diferentes. No somos españoles. Y por eso tenemos que estar separados. Yo cuando voy al extranjero y la gente me llama español...¡me siento insultado! Un español es un ser soez, vil, bajo, ruin, inmundo, miserable, irrelevante… Pero un catalán… ¡oh, un catalán! Un catalán es una persona inteligente, brillante, creativa, limpia, viril, tolerante y metrosexual.
NACIONALISTA ESPAÑOL: Bah, los catalanes gilipollas e imbéciles como tú no sabéis hacer otra cosa que insultar. En cambio, yo soy respetuoso y no insulto. ¡Aprende, mamarrracho! Respecto a las diferencias culturales: ¡Pues naturalmente que los catalanes tienen su propia cultura! Como cualquier otro de los pueblos que integran la Nación española. Pero junto a eso, también existe una cultura común, un importante y variado acervo cultural que comparten con el resto de los españoles. Y por eso yo afirmo que es mucho más lo que nos une que lo que nos separa.
NACIONALISTA CATALÁN: ¡Bah! No queremos vuestra cultura. Sois unos sudacas. La mierda del mundo.
FILÓSOFO: Señor Chunda-Chunda, nuevamente vuelve usted a darle la razón al señor Guli-Guli.
NACIONALISTA ESPAÑOL: ¿Pero otra vez me va a decir lo mismo? ¿En qué le doy la razón?
FILÓSOFO: Pues sí. Lo hace al utilizar esa estúpida expresión, tristemente muy difundida, que dice que “es más lo que nos une que lo que nos separa”. Al decir eso, está admitiendo que hay algo que nos separa. Es decir, está admitiendo que el que existan diferencias culturales es un motivo de separación, lo cual equivale a otorgar validez al argumento del señor Guli-Guli. La diferencia entre ustedes sería solamente de grado, pero compartiendo la misma idea. Sin embargo, como cuando hablábamos de la Historia, se trata de un argumento que cae por su propio peso. Las culturas son perfectamente capaces de convivir juntas, influyéndose mutuamente, lo cual redunda en una mayor riqueza. El único motivo cultural que podría justificar una separación sería que la cultura catalana se encontrase en peligro. Y no lo está.
NACIONALISTA CATALÁN: ¿Cómo que no? ¿Y la opresión insoportable que sufrimos?
NACIONALISTA ESPAÑOL: Usted, señor Monín, como catalán que es… ¿se siente oprimido por España?
FILÓSOFO: Pues… por España, no. Me siento oprimido por la estupidez que campa a sus respetos por aquí. Ustedes dos son un magnífico ejemplo.
NACIONALISTA CATALÁN: Traïdor! Xarnego! Pues claro que estamos ahogados y oprimidos. ¡Esto es un genocidio! ¡Nos están matando!
FILÓSOFO: Pero veamos, ¿está prohibido hablar en catalán?
NACIONALISTA CATALÁN: No.
FILÓSOFO: ¿Se impide o se dificulta que se escriban libros, se realicen películas o se representen obras de teatro en catalán?
NACIONALISTA CATALÁN: Naturalmente que no.
FILÓSOFO: ¿Están prohibidas las fiestas y tradiciones catalanas?
NACIONALISTA CATALÁN: Por supuesto que no.
FILÓSOFO: ¿En las elecciones a los catalanes se les impide votar o presentar candidatos?
NACIONALISTA CATALÁN: ¡Sólo faltaría!
FILÓSOFO: Entonces, ¿dónde está la opresión?
NACIONALISTA CATALÁN: ¿Y el arrinconamiento de la cultura catalana durante el franquismo?
FILÓSOFO: No estamos en el franquismo. Estamos hablando de ahora. En la actualidad, la pertenencia a España no supone el más mínimo perjuicio para la cultura catalana. De hecho, sucede exactamente lo contrario. La cultura catalana ha alcanzado un desarrollo que hace sólo unas décadas no habría podido ni soñar. Y lo ha hecho dentro de España.
NACIONALISTA CATALÁN: ¡Hereje! ¿Y tú eres catalán? Fíjate que, según un estudio científico, los catalanes tenemos más proximidad genética con los franceses que con los españoles.
FILÓSOFO: No, por favor, otro idiota como Arzalluz con el RH no. No puede ser que nosotros caigamos también en eso.
NACIONALISTA ESPAÑOL: Pues mire, yo me lo creo. No me extrañaría nada que estuvierais emparentados con los indignos súbditos de la pútrida y siempre odiosa Francia. ¡Pues aun siendo franceses estáis en España y sois españoles! Puaj, afrancesados, qué asco…
NACIONALISTA CATALÁN: ¿Por qué os obcecáis en no ver la realidad? ¡No somos españoles! Somos catalanes y franceses y además queremos la nacionalidad española pero sin ser españoles.
FILÓSOFO: No dirá usted en serio eso de que los catalanes somos franceses. Ahora, ¿qué quiere? ¿Que Cataluña sea parte de Francia?
NACIONALISTA CATALÁN: Claro que no. Yo quiero la independencia. Pero, puestos a escoger, ¡seguro que con Francia nos iría mucho mejor que con España! Francia es un gran país, un oasis de civilización y cultura, en vez del marasmo insoportable y hediondo que es España.
FILÓSOFO: Sobre todo teniendo en cuenta que en Francia ni el gascón, ni el occitano, ni el bretón, ni el alsaciano son idiomas oficiales en los territorios donde se hablan, ni gozan de protección ni apoyo alguno. Métanos dentro de Francia y ya verá cómo el catalán deja de ser oficial en Cataluña. ¿Es eso lo que quiere?
NACIONALISTA ESPAÑOL: ¿Es posible? Qué sueño… Qué maravilla… ¡Qué envidia! ¡Francia! ¡Viva Francia! ¡Yo quiero que España sea como Francia!
NACIONALISTA CATALÁN: ¡Putos franchutes asquerosos! ¿Y con esos estamos emparentados? ¡Vaya mierda de ciencia! ¡Vaya mierda de Francia! Y usted, filósofo imbécil, ¿cómo se atreve a decir que no hay ningún perjuicio? ¡Figúrese! ¡A los catalanes nos obligan a aprender castellano, que es un idioma extranjero! ¡Eso es discriminación! ¡Eso es opresión! ¡Nos están matando!
NACIONALISTA ESPAÑOL: Pero qué memeces dice este hombre.
NACIONALISTA CATALÁN: Cataluña debe ser independiente y liberarse del maldito castellano. ¡Una nación, un país, un idioma! ¡Así debe ser! ¿Qué es eso de un país con varios idiomas? ¡Eso no tiene sentido!
NACIONALISTA ESPAÑOL: ¿Que no tiene sentido un país con varios idiomas? ¡Ja! Dígale a Pujol que le invite a Suiza y lo comprobará.
FILÓSOFO: Hombre, ese es un buen ejemplo.
NACIONALISTA CATALÁN: ¡No os metáis con Pujol! ¡No os metáis con Pujol! Os lo prohíbo. Lo que pasa es que los españoles le tenéis envidia porque es catalán y por tanto superior, y porque sabe robar mucho mejor que vosotros. Yo, como buen catalán, cuando Pujol me roba me inclino y le doy las gracias. ¡Y vosotros deberíais hacer lo mismo, cabrons!
NACIONALISTA ESPAÑOL: ¿Cómo se atreve? ¡Nadie roba mejor que nosotros! Los políticos españoles somos los más ladrones y corruptos de la Europa democrática. ¡Eso lo sabe cualquiera!
NACIONALISTA CATALÁN: ¡Mentira! ¡Los catalanes robamos más y mejor! Som millors! Som millors!
NACIONALISTA ESPAÑOL: ¡Fíjate en la Gürtel! ¡Fíjate en los EREs de Andalucía! ¡Superad eso si podéis, inútiles!
NACIONALISTA CATALÁN: ¡Pues por eso queremos irnos de España! Para que dejéis de robarnos y sólo nos robe quien nos tiene que robar.
FILÓSOFO: Yo preferiría que no me robara nadie...
NACIONALISTA CATALÁN: ¡Tú calla, traidor!
PAYASETE (levantándose del suelo y sentándose en su asiento): Ay, cómo me duele la cabeza.
PRESENTADORA: Bienvenido de nuevo al debate, señor Payasete. Y créame que lamento lo ocurrido. Ha sido una agresión intolerable.
NACIONALISTA CATALÁN: ¿Qué agresión? Lo ocurrido es una manifestación ejemplar, pura y simple de libertad de expresión, la cual lógicamente incluye a la “expresión corporal”. Yo sólo he expresado corporalmente mi desacuerdo con el señor Payasete. ¿O acaso quieren también privarnos a los catalanes del derecho a la “expresión corporal”?
NACIONALISTA ESPAÑOL: Eso es bueno. Me lo guardo.
PRESENTADORA: Señor Payasete, estamos hablando de las diferencias culturales. Al señor Guli-Guli no le parece bien que los catalanes aprendan castellano.
PAYASETE: Pero, ¿qué problema tienen con el castellano? Si lo hablan muy bien.
NACIONALISTA CATALÁN: ¡Que no es nuestro idioma! Es un idioma extranjero que nos fue impuesto por una fuerza invasora.
PAYASETE: Y entonces, ¿en qué idioma quieren hablar?
NACIONALISTA CATALÁN: ¿Cómo que en qué idioma? En catalá!
PAYASETE: No puede ser. No me lo creo.
NACIONALISTA CATALÁN: ¿Por qué?
PAYASETE: Porque el catalán deriva del latín.
NACIONALISTA CATALÁN: ¿Y qué?
PAYASETE: Que el latín era un idioma extranjero que fue impuesto por una fuerza invasora, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja... ¡Din-don! ¡Din-don!
NACIONALISTA CATALÁN: ¡Aaaaargh! ¡Yo me lo cargo! (se abalanza sobre el PAYASETE y éste sale corriendo del plató)
FILÓSOFO: No me parece lógico querer eliminar el castellano. Independientemente de su origen, el castellano es hoy un idioma propio de Cataluña. Los catalanes somos naturalmente bilingües. Y eso creo que es bueno y que no debería perderse. Han mencionado antes a Suiza. En Suiza hay cuatro lenguas oficiales: el alemán, el francés, el italiano y el romanche. Porque hay cuatro comunidades lingüísticas. Y en su sistema educativo actual, normalmente los niños y adolescentes suizos aprenden tres idiomas. Primero, el de su comunidad lingüística. Después, es obligatorio que aprendan otro de los idiomas oficiales. Y además, el inglés.
NACIONALISTA ESPAÑOL: ¿Ha perdido la chaveta? ¿Está sugiriendo que mis hijos deberían aprender el catalán o el gallego o el euskera o el valenciano o el bable o el aranés o el silbo canario? ¿Esos idiomas infectos? ¡No en mis días!
NACIONALISTA CATALÁN: Se me ha escapado, el muy…Estoy de acuerdo. Pretender que el catalán se enseñe en Almería o en Badajoz... ¡qué atrocidad! ¡No, eso nunca lo permitiremos! ¡Protegeremos nuestra diferencia con uñas y dientes!
FILÓSOFO: Era sólo un ejemplo, pero sus respuestas son muy representativas. Aquí el problema sobre todo es de actitud. Los españoles tienen que empezar a ver las particularidades lingüísticas como algo propio, en vez de como una anomalía o como algo extraño y molesto. Tienen que entender que los distintos idiomas que existen en España suponen un patrimonio y una riqueza cultural de todos los españoles, no sólo de las comunidades en que se hablan. Y los catalanes y los vascos tienen que dejar de una puñetera vez de utilizar su idioma como si fuera un arma, de esgrimirlo emocionalmente como algo místico que les diera derecho a no-sé-qué, de utilizarlo en las escuelas como una forma de adoctrinamiento militar contra un supuesto enemigo que no existe.
NACIONALISTA ESPAÑOL: Usted sueña, amigo.
NACIONALISTA CATALÁN: Jo sóc català! ¡Cómo no me voy a diferenciar! ¡Y tendré los enemigos que me dé la gana!
NACIONALISTA ESPAÑOL: Eso mismo. No toleraremos que desaparezca nuestro principal punto de discordia.

PRESENTADORA: Se está hablando mucho de diferencias. Pero pocas cosas son tan diferentes como la nueva línea de ropa de “GOCCI”. Un ejemplo lo tenemos en estos pantalones que llevo puestos, en poliéster reciclado, azules con estampado de penes negros y blancos de tamaño natural. Provocadores, y que además sirven para poner nervioso a tu chico por aquello de la comparación. Recordad amigas: “GOCCI”. ¡La ropa de las mujeres “goccinas”!
(Aplausos enlatados)
Ya que hemos hablado antes de robar, creo que podemos pasar a las “razones económicas”.
NACIONALISTA CATALÁN: ¡Eso mismo! Espanya ens roba! ¡Todo la riqueza que se genera en Cataluña debe revertir única y exclusivamente en Cataluña! Si los españoles quieren que les demos algo, que se pongan a la cola de los mendigos en Navidad. El continuo saqueo de nuestras cuentas públicas es indecente. ¿Qué es eso de que parte de nuestros impuestos vaya a otras partes de España?
NACIONALISTA ESPAÑOL: Se llama “solidaridad interterritorial” y es algo consagrado en la Constitución. Además, lo dicen como si fueran ustedes los más perjudicados, cuando la Comunidad de Madrid tiene un déficit fiscal mayor que el suyo.
NACIONALISTA CATALÁN: ¡Bah! Sarna con gusto no pica.
FILÓSOFO: Por curiosidad, señor Guli-Guli. ¿Qué sistema fiscal implantaría usted en una Cataluña independiente?
NACIONALISTA CATALÁN: Pues uno auténticamente progresivo, donde pague más quien más tiene. Nosotros somos muy justos.
FILÓSOFO: ¿Y por qué le parece tan mal que, como región rica, Cataluña pague más que otras regiones? Es justo el mismo principio que acaba de defender. ¿Por qué lo que vale para las personas, no vale para los territorios?
NACIONALISTA CATALÁN: ¡Porque es un atentado a la soberanía! Lo que es nuestro es nuestro y de nadie más. Además, ese principio que dice no se aplica en España a todos por igual. ¿Qué me dicen del régimen económico del País Vasco y de Navarra?
FILÓSOFO: Ahí le doy la razón.
NACIONALISTA ESPAÑOL: Oigan, no, no, ¿eh? Aquí sólo hemos venido a hablar de Cataluña. ¡No me metan en más líos!
FILÓSOFO: Pero qué cobarde...
NACIONALISTA CATALÁN: Si Cataluña tuviera un régimen así, igual no nos haría falta independizarnos...
FILÓSOFO: Ejem... o sea que lo que querrían, en vez de abolir esos sistemas injustos, es añadir otro sistema injusto más, y de esa forma aumentar la desigualdad. Pues vaya progresividad la suya.
NACIONALISTA CATALÁN: Nosotros somos una Nación especial y eso se tiene que recompensar de alguna manera.
NACIONALISTA ESPAÑOL: Tengo que salir de esta... Si se sigue hablando de eso me crucifican en el Partido. ¿Y por qué sólo se fijan en las cuentas públicas, eh? ¿Por qué no tienen en cuenta las cuentas privadas?
FILÓSOFO: Ciertamente, la balanza comercial de Cataluña con el resto de España le es enormemente favorable, y por esa vía gana bastante más de lo que supuestamente pierde por vía pública. Así que la teoría de que Cataluña pierde dinero por estar dentro de España se va directamente al garete.
NACIONALISTA CATALÁN: Però, ¿quina classe de català és vostè?
FILÓSOFO: Un català molt diferent de vostè, això és segur.
NACIONALISTA CATALÁN: Per què està vostè en contra de la independència?
FILÓSOFO: Jo no he dit que estigui en contra. Però tampoc estic a favor.
NACIONALISTA ESPAÑOL (para sí mismo): Ya están hablando en chino. Creo que me he librado...

PAYASETE (volviendo a entrar en el plató): ¿Se puede?
PRESENTADORA: Bienvenido al debate de nuevo, señor Payasete, y créame que lamento lo ocurrido. ¡Ha sido una cosa tremenda! Como tremendo es lo del nuevo maquillaje de “L'O IRRÉAL”. Un maquillaje tan fantasmagórico que si te lo pones parecerás una zombi. Y ya sabemos que los zombis están de moda, así que es fantástico, sobre todo si tu pareja es un friki de esos. Recordad, compañeras: “L'O IRRÉAL”. “L'O IRRÉAL”. ¡Ponte fea y triunfarás!
(Aplausos enlatados)
Hala, pasamos a las “razones políticas”.
PAYASETE: ¿Qué dice?
PRESENTADORA: Ya que ha estado usted tanto tiempo fuera del debate, le invito a que sea el primero en hablar de las razones políticas.
PAYASETE: ¿Política? Sí, yo sé mucho de política. Pero no sé si decirlo.
PRESENTADORA: Dígalo, dígalo.
PAYASETE: Esto es política: Yo digo lo que diga el pueblo que yo diga cuando lo quiera decir, si es que lo dice, y si cuando lo dice, dice lo que yo diga. ¡Viva el pueblo cuando dice lo que digo!
NACIONALISTA ESPAÑOL: ¿Eso qué es? ¿El programa de Podemos?
FILÓSOFO: Parecerse se parece.
PAYASETE: Oro parece, plata no es.
FILÓSOFO: Esto es fácil. Desde un punto de vista político, habría razones para la separación si existiese algún tipo de discriminación. Pero los catalanes tenemos los mismos derechos políticos que el resto de los españoles. Por tanto, por este lado tampoco hay motivo para la independencia.
NACIONALISTA CATALÁN: ¡Naturalmente que lo hay! Los catalanes somos distintos, somos especiales... ¡Somos mejores! Y por tanto, el tener los mismos derechos que los demás es un oprobio y un atentado a nuestra grandeza. Tendríamos que tener más derechos que el resto. Y en la Constitución debería reflejarse la singularidad superior de Cataluña.
NACIONALISTA ESPAÑOL: ¡Esto es demasiado! Ni sois distintos, ni sois especiales, ni sois mejores. Sólo sois unos putos catalanes de mierda.
FILÓSOFO: “Unos putos catalanes de mierda”... Ejem, señor Chunda-Chunda, ¿usted está seguro de que quiere que los catalanes nos quedemos en España? Tal parece que estaría más cómodo echándonos...
NACIONALISTA ESPAÑOL (reflexionando): Echarlos... hum... echarlos... Lo cierto es que si somos nosotros quienes los echamos, el honor español quedaría a salvo.
FILÓSOFO: Ay, madre. Creo que no tenía que haberle dicho eso al exaltado este.
NACIONALISTA CATALÁN: ¿Honor español? ¿Qué es eso? ¡No tenéis ningún honor!
NACIONALISTA ESPAÑOL: ¡Pues claro! ¡Joder! ¡No se me había ocurrido! Además entronca perfectamente con la tradición española: en el siglo XV expulsamos a los judíos, en el siglo XVII expulsamos a los moriscos y en el siglo XXI... ¡expulsamos a los catalanes! ¡Es perfecto!
NACIONALISTA CATALÁN: ¿Cómo? ¿Expulsarnos? ¿A nosotros? Pero, pero...
NACIONALISTA ESPAÑOL: ¡Ah! Ya me imagino el texto: “Ley de Expulsión de Cataluña: Visto que los catalanes son un pueblo podrido, una plaga de indeseables que corrompe las inmarcesibles esencias de la patria española, nos consideramos que resulta deseable la escisión completa de Cataluña del territorio de España, para que su purulencia no siga contaminando a nuestro noble espíritu. En consecuencia, y por la presente, se decreta la expulsión de Cataluña de la patria y el territorio españoles, ordenando que de ahora en adelante sea un país independiente y se las arregle como pueda, que a buen seguro será muy mal.”
NACIONALISTA CATALÁN: No me puedo creer lo que estoy oyendo.
NACIONALISTA ESPAÑOL: ¡Claro que sí! ¡Fuera de España! ¡Fuera!
NACIONALISTA CATALÁN: ¡Es intolerable! ¡Es un insulto! ¡Somos catalanes! ¡Somos la Gloria del Universo! ¡A nosotros no nos expulsa ni Dios! Maldita sea, si es así… ¡nos quedamos en España! ¡Acabaremos con vosotros desde dentro!
NACIONALISTA ESPAÑOL: ¿Qué? Ah, no, ni hablar. Ahora que ya me veía libre de ellos... ¡Que os vayáis, coño! ¡Que os expulsamos!
NACIONALISTA CATALÁN: ¡Que no! ¡Que os jodéis! ¡Que nos quedamos!
FILÓSOFO: Esto sí que es surrealista.
PAYASETE: ¡Qué bárbaros! ¡Son más payasos que yo!
NACIONALISTA ESPAÑOL: ¿Otra vez llamándonos payasos?
NACIONALISTA CATALÁN: ¡A por él!
(Los dos políticos se lanzan a por el PAYASETE, pero la PRESENTADORA se interpone, les da una patada de kárate a cada uno y los deja inconscientes a los dos).
PRESENTADORA: ¡Se lo advertí! ¡Ya está bien! ¡A mí no me estropea el programa ningún imbécil del género masculino! Usted, Payasete, póngase a hacer payasadas. Y usted, señor filósofo, diga algo filosofal.
FILÓSOFO: Psé...
PAYASETE: Uf, a mí todavía me duele la cabeza. Deje que me recupere. Si quiere payasadas, ¿por qué no hace usted alguna de las tonterías esas de anuncios que hace?
PRESENTADORA: ¿Cómo? ¿Que mis anuncios son una tontería? Eso sí que no lo aguanto (le da una patada de kárate al PAYASETE y lo vuelve a dejar K.O.).
FILÓSOFO: ¡Qué bestia!
PRESENTADORA: ¡Usted! Póngase a debatir ahora mismo.
FILÓSOFO: ¿Yo soloooo?
PRESENTADORA: ¡Debata o le doy!
FILÓSOFO: Vale, vale... Bueno, creo que puedo hacer una especie de declaración final. Lo primero que quisiera decir, y esto tal vez le sorprenda, es que yo no me opongo a la independencia de Cataluña. No. Mire, a mí ya me da igual. Estoy más que harto de los debates identitarios y de todos los idiotas que se corren orgasmos con las banderas. Al fin y al cabo, ¿qué es una bandera? Un trapo de tela con colorines. Y, ¿qué es un país? Una división geográfica artificial situada bajo una organización administrativa común. Ya está, no es más que eso. Visto así, no es tan importante ser de un país o de otro, siempre y cuando sea un país en el que se respeten los derechos de las personas. Y aunque en eso en España no andemos muy finos, desde luego estamos bastante mejor que la mayor parte de los países. Y nada me hace pensar que las cosas mejorarían en una Cataluña independiente. Más bien al contrario, visto el carácter de los que la impulsan.
Tal y como he venido exponiendo, yo creo que no existen motivos ni históricos, ni culturales, ni económicos ni políticos para la independencia. Dicho de otro modo, no existen razones objetivas. ¿Qué es lo que queda? Pues un capricho. Eso es el independentismo catalán. Un capricho de niño consentido y malcriado. Así de simple, y así de terrible. Pero este capricho lleva años y años siendo inculcado y financiado, además de alentado por políticos irresponsables de uno y otro lado, y ha acabado convirtiéndose en un movimiento social. Y los movimientos sociales tienen mucha fuerza. Si los independentistas acaban conformando una mayoría social clara, y están en camino de ello, la independencia terminará por ser inevitable. Mantenernos a los catalanes en España por la fuerza no me parece que sea una opción.
Desde el lado español, la situación es patética también. Después de años de mirar para otro lado, contemporizando con las burradas de los nacionalistas y haciendo que los catalanes no nacionalistas nos sintiéramos abandonados, ahora lo único que saben hacer es lanzar amenazas, anunciándonos poco menos que el Apocalipsis si nos separamos de España. Independientemente de lo ciertas que sean las consecuencias que anuncian... ¿eso es todo? ¿Eso es lo único que se les ocurre? ¿Amenazas?
En fin, que lo que a mí me resulta incomprensible y además muy triste es que haya tanta gente que disfrute con el odio.
PRESENTADORA: Muchas gracias, señor Nenín Monín. Amigas, finalizamos aquí una nueva edición de “Machos con lengua”, vuestro programa de debate favorito, en el que como siempre habéis podido comprobar que los hombres no saben hablar sin decir estupideces, lo que demuestra que las mujeres somos superiores intelectualmente a ellos. No os podéis quejar, ¿eh? ¡Hoy ha pasado de todo! Os anuncio también el resultado de la encuesta: habéis elegido como el más buenorro al Payasete Guapete, lo que no me extraña porque es guapísimo. Voy a hacer que me lo lleven a casa encadenado, para poder tirármelo. ¡Hasta el próximo programa!
FILÓSOFO (poniéndose en pie): ¿Puedo decir una última cosa, Aurora?
PRESENTADORA: Bueno, ¿qué?
FILÓSOFO: ¡Tu feminismo es una gilipollez! ¡No es filosófico! (sale corriendo)
PRESENTADORA: ¡Grrrrr! ¡Cogedlo! ¡Cogedlo!

Imagen: Albert Boadella


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