Imagen: Carlos Becerra
VOLVER
El
cielo se va llenando de rojos,
anaranjados
y ocres. En el mar
se
sumerge quedo el disco solar
llevándose
del día los enojos.
El
viajero aposienta los despojos
de su
cuerpo, e intenta descansar.
Recuerda
que la luz puede cegar
y la
oscuridad ensancha los ojos.
Contempla el crepúsculo vespertino
y aplaca su corazón vagabundo.
Ya no parece haber ningún camino
y aplaca su corazón vagabundo.
Ya no parece haber ningún camino
que seguir, se siente al borde del mundo.
La noche le dirá que su destino
es volver al lugar del que es oriundo.
La noche le dirá que su destino
es volver al lugar del que es oriundo.
Triste pero bonito, Alex. En mi opinión, te ha faltado una estrofa final anunciando las próximas vacaciones, para dar un poquito de buen rollo. No me hagas caso, es que desde que he leído el blog de Addison de Witt estoy de un animado subido.
ResponderEliminarUN ABRAZO!!!
Hola, Alejandro, bonito y evocador soneto. Volver, a veces es esperanza y a veces maldición. Yo soy de los que volvieron, por eso tu poema me ha llegado muy dentro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias, Ramón. Aunque parezca un contrasentido, a veces hay que volver para poder seguir adelante.
EliminarUn abrazo y bienvenido a esta página.
Rume, es muy probable que pronto abandone la blogosfera, en:
Eliminarhttp://elblogdemisfantasmas.blogspot.com.es/
ya he tocado fondo.
Un saludo