viernes, 29 de marzo de 2013

Decadencia...

Es lo que nos están dejando: nada. Camino llevamos de que cada vez haya más estampas como esta. Otra vez un poema triste, a ver si el próximo me sale más alegre.

Imagen: Carlos Becerra



ELEGÍA

Nada. No queda nada. Nada. Nada.
Se lamenta el obrero ante el espectro
de lo que no hace mucho era la fábrica
donde sus diestras manos entregaron
el talento de sus mejores años.
Observa triste las paredes sucias,
la basura esparcida, los escombros,
los cristales rotos, el abandono,
la opresiva vacuidad del espacio,
y se acuerda de cuando allí latían
el corazón, la ilusión, el orgullo
y la prosperidad de la comarca.
Los ojos no se acostumbran al cambio,
las ausencias se clavan en su carne,
y el silencio se torna angustia física
en el inmenso y tétrico vacío.
Ya no se oyen las risas y las bromas
entre los compañeros de trabajo.
Ya no se escucha el ruido de las máquinas.
Han desaparecido aquellas prisas,
los bostezos, las miradas furtivas,
las miradas confiadas, el cansancio,
el aroma dulzón de la rutina.
Ya no quedan órdenes por cumplir,
ni hay que satisfacer ningún pedido.
¡Qué sensación de muerte donde antes
hubo tantas vidas entretejidas!
¿Qué fue de los sudores compartidos?
¿Para qué tantas horas regaladas?
¡Tantas preocupaciones inquietas
alterando su vida familiar
para desembocar en esta ruina!
Ya sólo conviven en el silencio
las sombras, los ecos y los fantasmas.
Nada. No queda nada. Nada. Nada.

4 comentarios:

  1. Extraordinaria disección de la realidad, Rume. Cuentas las cosas tal como son, no sé cómo puedes convertirlas en poemas y no llenarlas de imprecaciones. Yo de momento mantengo mi blog alejado de la actualidad, porque si me pongo, ni relatos, ni verso libre, ni ostias. Simples retahilas de insultos iban a salir.

    UN FUERTE ABRAZO!!!

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    1. Gracias, sastrecillo, y perdona por tardar tanto en responder. No te creas, a veces me cuesta contenerme. Tal vez algún idea escriba un poema hecho sólo con insultos. Es una idea, je, je. Un abrazo.

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  2. Asi es: años de intensas relaciones, actividad, de espejismo... Y al final, nada... :)

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    1. Nada salvo esa sensación de impotente tristeza. Gracias, Juan Carlos, ya te dije que tu fotografía me iba a inspirar. Un abrazo.

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