domingo, 24 de junio de 2012

Un divino despertar...

Esto nació como un intento (fracasado) de verso libre. Mira que otras veces se muestran esquivas pero en esta ocasión, según escribía, las rimas me salían como setas. Yo protestaba, decía: "¿Qué hacéis aquí? Hoy no os he llamado". Pero las muy puñeteras insistían. Así que al final me rendí y decidí hacerlo todo rimado, aunque la rima no corresponda a ninguna estrofa, y el poema tampoco tenga ninguna definición métrica. Me ha quedado una cosa bastante extraña, pero tiene algo que me gusta, así que yo lo publico y que las musas me perdonen.

Imagen: Brett Sayer



TACTO Y LUZ

Cuando todo es silencio,
cuando no existe nada sino el tiempo,
en las horas muertas de la madrugada
hay algunas noches en que me vuelvo
despierto
hacia tu lado de la cama
y lo único que veo
es una negrura densa,
una espesa atmósfera velada
en la que no adivino tu presencia.
Me asusto, tiemblo de miedo
y en esa oscuridad, que es como un magma
primigenio,
en ese fértil vacío,
extiendo ansioso mis brazos
al tiempo que te imagino
y te deseo
hasta que, por fin, con un suspiro
se produce el contacto
y comienzo a acariciar tus miembros lacios
con infinita y tierna devoción,
y mientras recorro tu cuerpo con mis dedos
me siento como un dios en el supremo
acto de la creación,
y pienso que te edifico con mis manos
como la luz edifica los espacios,
la luz
cálida del sol
que empieza a filtrarse por la persiana,
la luz
del despertador
que apago cuando anuncia la mañana,
la luz
de la habitación
que enciendo para contemplar mi obra
mientras pronuncio aquel poderoso hechizo:
“levántate, cariño, ya es la hora”.
Y entonces despiertas tú, recién nacida,
y preguntas qué hora es, y yo sonrío
y te invito a compartir el nuevo día
conmigo.

3 comentarios:

  1. Tú eres un poeta y yo estoy empezando a escribir, pero sabes lo mucho que me gusta el verso libre, y éste ME HA ENCANTADO. Lo único que me sobra es el final feliz, me pegaba más que ella fuera imaginaria y al final sus dedos tocaran la soledad. No puedo evitar ser así de melancólico, tengo algunos relatos de final feliz, pero...No me hagas caso, pásate por mi blog hoy y mañana y entenderás lo que me pasa...

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  2. A mí también me encanta el verso libre, y por eso me gusta mucho este poema; lo cierto es que las rimas, bien porque algunas son asonantes, bien porque los versos tienen distinto número de sílabas, al final quedan bastante diluidas y casi ni se notan, y, en mi opinión, eso le da mayor expresividad al texto. Aunque la poesía con métrica es, por definición, redonda y perfecta, a veces la opción del verso libre trae consigo resultados estupendos, como en este caso...

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  3. Muchas gracias, Carmen. También me gusta mucho el verso libre, pero habitualmente no me sale o se me llena de inesperadas rimas. Celebro que os haya gustado. Era un poema respecto al que me sentía un tanto inseguro.

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