sábado, 16 de marzo de 2013

Advertencia: el poema de hoy no va de vampiros...

...no sea que después del relato de la semana pasada y teniendo en cuenta el título, alguien se confunda. Lo de hoy es sólo una historia triste y corriente, hecha soneto. Muy simple.

Imagen: Eneas




CREPÚSCULO

Aún no nació el día y de la noche
ya solamente quedan los despojos.
La niebla y el alcohol velan mis ojos
y no atino con las llaves del coche.

Han sido varias horas de derroche
obedeciendo servil los antojos
de la arpía núbil de labios rojos
en cuyas manos soy triste fantoche.

Llego a casa por fin. Abro la puerta.
Los chiquillos duermen, ardiendo en piras
de sueños, pero tú… estás despierta

y no alzas la cabeza ni me miras.
Sólo tomas café esperando alerta
mi ración generosa de mentiras.

4 comentarios:

  1. Titulándose Crepúsculo y apareciendo una arpía de labios rojos, no va de vampiros, Rume, si no de vampiras... jaja.
    Si fuese yo la que esperase, le miraría, vaya que si le miraría y además.. le tiraría el café a la cara, que desfachatez presentarse a esas horas y encima con mentiras, cuando lo que yo esperaba era la ración de churros de los domingos je je ;))
    Por desgracia existen historias cómo la que cuentas, tan bien, en tan pocas líneas.

    Besos.

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    1. Muchas gracias, Dinah, por tu amable y simpático comentario. Je, je, je, ¡cómo os ponéis las mujeres con este tema! Ayer le recité el poema a un amiga y después le conté que ya había recibido un comentario en el blog. Cuando le repetí lo que dijiste, me comentó que no estaba del todo de acuerdo, que ella al protagonista del poema no le tiraría a la cara el café... sino la cafetera.

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  2. Haces que parezca fácil escribir, y es poruqe simplemente es genial.
    Un saludo compañero.

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    1. Caray, me sonrojas. Muchas gracias por pasarte por aquí nuevamente. Un abrazo.

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