sábado, 26 de mayo de 2012

Hay días oscuros...

Como es fácil de adivinar, este poema fue producto de una época un poco baja de moral. Escrito con intención catártica, cuando lo terminé pude decirme a mí mismo: "bueno, por lo menos no estoy tan mal como eso". Tomáoslo, por favor, de la misma manera. Prometo que el próximo será más alegre.

Imagen: Eduardo Alonso Álvarez



CUANDO LA LUZ MATA

La depresión me hiere más de día
que de noche. A la luz matutina
mis ojos lo ven todo con inquina
y siento mi alma ahogarse en la sequía

de amor, el hastío y la carestía
de ilusión. Mi desazón intestina
es tan honda como atroz la rutina,
y abomino de toda compañía.

El cielo me pesa como una losa,
el sol es un martillo en mi agonía,
el aire una sustancia venenosa,

y son tales la angustia y la apatía
que añoro como la hora más preciosa
mi noche solitaria, triste y fría.

2 comentarios:

  1. Yo he atravesado docenas de épocas así en en los últimos 17 años, y más que con ojos de poeta lo he mirado con auto-destrcción; lo describes bien, pero lo que yo he vivido es mucho más terrible. Eso sí, como tú, odiaba el sol y sólo esperaba a que anocheciera.

    Un abrazo

    Mario

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  2. Sí, desde luego mis ocasionales bajones no pueden compararse a las depresiones terribles que has atravesado tú. Un abrazo Mario, y a seguir adelante.

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